Además, el registro de la comisión encargada de erradicar la violencia en el deporte cita los grupos Avispero y Ligallo Fondo Norte (ambos del Zaragoza pero con ideologías enfrentadas), en Segunda División, y Jove Elx (Elche), en segunda B. Eso sí, no incluye a otros como los Boixos (FC Barcelona), Bukaneros (Rayo Vallecano) o Ultra Boys (Sporting de Gijón). El apuñalamiento a un joven en los aledaños del Wanda Metropolitano antes del partido de Copa del Rey entre el Atlético y el Sevilla ha vuelto a poner en el disparadero la existencia de estas colectividades. La muerte de Jimmy, que también vinculó a miembros del Frente Atlético, y el asesinato de Aitor Zabaleta en las cercanías del Calderón en 1998, con similares protagonistas, son algunos de los precendentes más sangrientos de este sector. Los grupos ultra están registrados, pero ¿cuántos hay, qué antecedentes tienen y cuál es la relación con los clubes?: Los que están en la lista Frente Atlético: Es el grupo ultra más numeroso. Cuenta con unos 1.200 integrantes. Más allá de eso, también ha sido muy relacionado con actos de violencia. Ricardo Guerra, miembro del colectivo, apuñaló a Aitor Zabaleta causándole la muerte antes de un Atlético – Real Sociedad en 1998. Fue condenado a diecisieta años de cárcel. Con él iba Ignacio Racionero, acusado de atacar y dar tres puñaladas a un joven esta misma semana. Además, una pelea entre miembros del Frente y de los Riazor Blues hace tres años se saldó con la muerte de Jimmy al caer al río Manzanares. Ese caso no está resuelto. Desde entonces, el club colchonero les ha eliminado del listado de peñas oficiales, pero mantienen su ubicación en el estadio. Riazor Blues: También relacionados con la trifulca que dio lugar al fallecimiento de Jimmy. Mantiene tensiones desde hace tiempo con otros grupos ultra y actualmente cuenta con unos 600 miembros. Su ideología política es antifascista y antirracista, según ellos mismos definen. Han mantenido también conflictos con los radicales del Sporting de Gijón, conocidos como Ultra Boys. Biris Norte: son los ultras del Sevilla. Conflictivos hasta el punto de que su sector estuvo cerrado durante unas semanas el año pasado y el club prohibió cualquier tipo de distintivo. Han protagonizado tensiones con el propio presidente del club, José Castro. Esta misma semana, una serie de miembros del colectivo interrumpieron un entrenamiento del primer equipo tras la mala racha de resultados en Liga. La LFP ya ha avisado de que investigará esa conducta. Esta barra -así se conoce a los ultras principalmente en Argentina- fue fundada en la década de 1970 y solían llamarse Peña Biri-Biri. Malaka y Frente Boquerón: son los colectivos radicales del Málaga. Malaka Hinchas está en la lista publicada por la Comisión, pero ha intentado desmarcarse de cualquier actitud violenta en los últimos años. Mantiene tensiones precisamente con los ultras del Sevilla, pero no ha estado vinculado a ninguna trifulca. Por otro lado, el Frente Boquerón se considera un grupo de ultraderecha. Como suele ocurrir, también han tenido intercambios de ofensas con la directiva del club, sobre todo con el jeque Al Thani, que dijo que «no son nunca bienvenidos» a La Rosaleda. Iraultza: grupo ultra del Alavés. Han tomado el nombre de un pequeño grupo paramilitar cercano a ETA que estuvo relacionado con asesinatos en los años ochenta. No han tenido la misma voz que otros colectivos, pero uno de los últimos actos con los que se les vinculó fue una batalla campal con otros radicales del Racing de Santander en octubre de 2017 antes de un partido de Copa. Avispero y Ligallo Fondo Norte: colectivos radicales del Real Zaragoza que tienen ideologías enfrentadas. Se conoce poco de su actividad, y han tenido una actividad reducida en lo que a violencia se refiere, pero en el informe trasladado a la RFEF se les mantiene como grupos «de riesgo», sobre todo por sus diferencias ideológicas con ultras de otros equipos y sobre todo por tiranteces internas. Los primeros son de extrema izquierda y los segundos de extrema derecha. En 2016 protagonizaron una pelea entre miembros de ambos grupos antes de un encuentro del cuadro maño en Getafe. Jove Elx: es, además de grupo ultra, la peña más numerosa del Elche. Tiene alrededor de 200 socios y están considerados de extrema derecha, lo que les ha llevado a tener trifulcas por ejemplo con los Bukaneros. Los que no están Boixos: son los ultras del FC Barcelona. En 1991 cinco miembros del grupo fueron responsables de la muerte a puñaladas del seguidor del Espanyol y miembro de las llamadas Brigadas Blanquiazules. Desde 2003, bajo la presidencia de Joan Laporta, se les ha impedido la entrada al Camp Nou como colectivo y también en los desplazamientos fuera de casa. Ultra Sur: los radicales del Real Madrid, considerados de extrema derecha y vinculados, como Suburbios Firm (escisión del Frente Atlético) a los movimientos como Hogar Social, fueron disueltos por Florentino Pérez, que reformó la grada de animación para evitar la presencia de los ultras en el fondo sur del Bernabéu. A pesar de eso, se mantienen las opinones que creen que siguen dispersos por el resto del estadio. Han estado vinculados a agresiones xenófobas y racistas. Ultra Boys: el grupo ultra del Sporting de Gijón. Han protagonizado batallas campales con ultras del Sevilla, del Deportivo y del Rayo Vallecano, además de encontronazos con la Policía Nacional. Los últimos, antes del derbi ante el Oviedo el pasado mes de septiembre, en el que algunos fueron incluso detenidos. Desde el club nunca se ha puesto ningún impedimento a su presencia o actividad. Bukaneros: colectivo radical del Rayo Vallecano. Son de extrema izquierda y se han implicado en movimientos sociales pero también en peleas con ultras de otros equipos, principalmente (como casi siempre) relacionadas con motivos políticos. También han hecho siempre palpable su mala relación con los directivos del club, tanto en la de Teresa Rivera como ahora con Martín Presa. Herri Norte: radicales del Athletic y con una clara simpatía por las ideas de la banda terrorista ETA, a quien han mostrado su apoyo incluso durante los partidos. Con 200 miembros, es uno de los menos numerosos de Primera División. En los noventa se dividieron en dos subgrupos: los Rojos y los Ultrillas. Los segundos fueron expulsados por querer erradicar los elementos ideológicos del colectivo. Supporters (Betis), Indar Gorri (Osasuna), Yomus (Valencia) o Celtarras (Celta de Vigo) son otros de los grupos que no se recogen en el listado. En cambio, clubes como Villarreal o Leganés carecen de colectivos ultras.