Mucho se ha dicho acerca de que el fútbol creado fue en Inglaterra con la ‘Football Association‘… y que a partir de ahí se expandió por el mundo. Sin embargo mucho antes de los ingleses había fútbol. Y no precisamente en Alemania. Aquella famosa frase:”se juegan once contra once y siempre gana Alemania”, dicha por el inglés Gary Lineker.
El fútbol era practicado en China y Japón, 2.500 años antes de Cristo. Consistía en enviar una pelota redonda de cuero más allá de dos bastones, clavados en el suelo. Un siglo después, se practicaba en Grecia, Esparta preferentemente. Dos equipos con alrededor de quince hombres cada uno se disputaban la vejiga de buey, repleta de arena o de aire. Sin embargo a pesar del conocimiento de ambos entretenimientos, se desconoce todo acerca de estos antepasados del fútbol.
Se sabe con certeza que en Roma se practicó el ‘Harpastum‘. Una especie de batalla imaginaria ideada para el entrenamiento militar. En Inglaterra y Bretaña (Francia), existió algo parecido en la Edad media. En la última se denominó ‘Soulé‘ o ‘Choule‘. Los practicantes eran gente del pueblo y más que deporte, tenía más parecido a lucha. Consistía en arrollar a los adversarios con cualquier tipo de procedimientos hasta lograr llevar la pelota, a lo largo de km, hasta el pueblo propio, normalmente la puerta de una iglesia.
Al ser despreciado por la burguesía y la nobleza fue prohibido en numerables ocasiones, incluyendo edictos reales como el que se conoce de 1349. William Shakespeare pone en boca de uno de sus personajes de “El Rey Lear“: Despreciable jugador de fútbol. Tampoco tenía unas reglas marcadas.
Igualmente sucedía en Italia en aquella época, donde cuantos intervenían en el juego-batalla no tenían demarcaciones ni consignas concretas y diferentes. sino que todos atacaban o bien se defendían. Puede afirmarse que las primeras noticias sobre organización colectiva, posiciones y sistemas corresponden al ‘calcio florentino’, que se jugaba por aquel entonces en la ciudad de Florencia.
En esta ciudad y sobre el piso de la plaza de Sta. María la Nueva, se jugaba al fútbol en los siglos XVI y XVII, aunque existen referencias sobre el mismo bastante antes. Sobre el 1.300. Pero se practicaba en Siena, una vez al año al menos y siempre en la plaza del Mercado.
En aquel ‘calcio‘ del XVI, los equipos eran dos y solían representar a distritos próximos. Se vestían con uniformes de diferentes colores, que representaban a las parroquias de origen. El terreno estaba dividido al igual que hoy en día, por dos mitades, y un gol se conseguía como en el rugby, pasando el balón por encima de dos postes verticales.
El número de jugadores, era abultado. 27 distribuidos 15 en la delantera o ‘innanzi‘, cinco en segunda fila, ‘sconciatori‘, para frenar a los atacantes rivales; cuatro en tercera línea ‘datori innanzi‘ y finalmente tres defensores más, próximos al marco denominados ‘datori in diestro‘.
Es interesante añadir que al contrario que en Inglaterra, si contó con la simpatía y favores nobiliarios, siendo practicado incluso por los que más tarde serían los Papas Clemente VII, León XI y Urbano VIII.
Sometido a una determinada etiqueta cortesana, el fútbol ya fue rodeado de reglas. Entre ellas la reducción del numero de jugadores y del terreno de juego, quedando este más o menos en lo que es norma actual. Porterías a cada extremo marcadas por dos postes de madera, clavados en la tierra, con una separación entre ambos de solo un metro. Un balón de cuero e inflado con aire. Los tantos eran indicados por un caballeros con un hacha que marcaba a besa de un hachazo en un poste, efectuando una clara muesca. Este conjunto de reglas se impusieron en 1660.
Se podría considerar este ‘giuoco de calcio‘ y no de otro , nacería el actual ‘football‘. Sencillamente porque los nobles ingleses del Rey Carlos II se entusiasmaron durante su estancia en Italia, llevando la idea a sus islas.
Ya en 1681, en Inglaterra se disputó un importante partido de ‘fútbol’, enfrentados criados del Rey Carlos II y los del Conde de Albemarle. El juego se rigió por un código verbal no escrito. Los vencedores fueron los súbditos del conde, que fueron recompensados por el monarca. A partir de entonces poco a poco tomó carta de naturaleza en el país anglosajón hasta el punto de multiplicarse su práctica en el siglo siguiente, aun siendo solo a nivel escolar. En menos de un siglo no había una escuela de categoría que no se jugase de forma seria y constatando en el propio programa de la institución. El problema mayor fue la reglamentación, ya que cada escuela tenía su propio reglamento. Especialmente en el uso o no de las manos.
Entre 1810 y 1840 había ya unos doce reglamentos. Cada uno con el nombre de la escuela a la que correspondían. Eton, Shrewsbury, Westminster son algunos ejemplos. Lamentablemente no se podía organizar entre diferentes escuelas un partido ya que no había forma de que la una aceptase el reglamento de la otra.
Hasta que tras la creación de los códigos de el juego de Rugby y de Cambridge fue fundada la Football Asociation en la Fre Mason´s Tavern de la capital inglesa.